Eldon

Al nacer, mi padre estaba convencido que quería llamarme igual que él, Eldon Merlín, para que fuéramos los únicos con ese nombre. Mi madre se negaba y buscó cualquier manera para cambiarlo, pero no pudo.

                Estoy muy orgulloso de mi nombre y de parecerme a mi padre en muchas cosas. Entre éstas, me gusta el deporte como a él y, aunque somos tímidos, nos atrae el riesgo y ser atrevidos.

                Siempre he sido un poco travieso, y más con mi hermana. Cuando pequeño la encerraba en las casitas de herramientas, le tiraba con juguetes y la molestaba mucho.

De niño, era loco con el fuego. Quemaba los juguetes, los papeles y hasta las cerraduras de la casa. Recuerdo que en la escuela defendía a las nenas y con todo varón que las molestaba, peleaba. Por eso, gané muchos avisos a la casa.

Me gusta la playa, salir con mis amigos y pasar tiempo con mi familia; practicar baloncesto, soccer y patineta, mi deporte favorito.

La patineta es un deporte tan creativo y tan divertido que no puedo parar de practicarlo. Solo necesito una patineta y tenis para correr, no como otros que requieren una cancha, uniformes y otras cosas más. El único accidente que hasta ahora he tenido fue en el verano de 2010 en Miami.

Mis padres me llevaron a un parque de patinetas y no tenía mucha experiencia. Entonces me tiré de una rampa demasiado grande que llama la U. Cuando caí le pegué al piso con la cabeza y desperté en una ambulancia amarrado a una camilla. Había perdido el conocimiento. Lo más desesperante fue el estabilizador que me colocaron en la cabeza y cuello que me permitía moverme. Me sacaron placas en el hospital, pero, gracias a Dios, solo se rompió mi codo aunque perdí la oportunidades para disfrutar en Wet ‘n Wild porque el yeso no se debía mojar.